Energía Zen




El Zen se conoce en Occidente desde comienzos de este siglo, a través de prácticas como las artes marciales, la ceremonia del té, el arreglo floral o los jardines japoneses Zen. La profundidad de su filosofía y la pureza de su estética suscitaron un gran entusiasmo en los medios artísticos e intelectuales. Pero este entusiasmo, al no desembocar en una práctica auténtica, no pudo atravesar el umbral de una curiosidad especulativa.


Esta práctica auténtica es zazen: sentado en la posición correcta, concentrado en la postura, la respiración calma y el espíritu libre, zazen no es otra cosa que el retorno a la condición normal del cuerpo y del espíritu. Zazen es en el origen, la postura de Buda, a través de la cual obtuvo la completa liberación, la suprema sabiduría y la verdadera libertad.


Transmitida de maestro a discípulo sin interrupción durante más de dos mil quinientos años, la práctica de zazen se volvió accesible a los Occidentales en 1967, gracias a la venida del maestro Taisen Deshimaru a Europa. Nacido en Saga en 1914, murió en Japón en 1982. El maestro Deshimaru practicó zazen durante cincuenta años y ha sido el primero en presentar una visión global del Zen en Occidente. El maestro Kodo Sawaki (1880-1965), del cual fue discípulo, ha quedado en la historia del Zen como el gran reformador moderno que supo volver a las fuentes de la más pura enseñanza del maestro Dogen, fundador del Zen Soto en el Japón en el siglo XIII.


Aunque el Zen se desarrolló en el seno de una de las más viejas tradiciones de la humanidad, el Budismo, la esencia de su mensaje tiene un significado universal. Es el principio unificador que forma la raíz del conocimiento de sí mismo, más allá de las diferencias de sistemas, de valores, de naciones o de razas. Aunque a veces se le considere como una religión o una filosofía, el Zen no reposa en ningún dogma, en ninguna ideología. Se dirige directamente al corazón del hombre, es la experiencia viva y el impulso creador antes de toda formalización. El Zen consiste esencialmente en la práctica de zazen. Darse cuenta de ello y ponerlo en práctica en su existencia personal es una verdadera revolución interior. Es reencontrar sus raíces y penetrar la realidad de la vida. A través de esta práctica, los valores que dan un sentido a la vida humana, se encuentran fundados por la experiencia del cuerpo y del espíritu.


Zazen es la experiencia de la unidad antes de cualquier dualidad. Por eso es casi imposible hablar del Zen, pues el lenguaje separa, ejerce un corte entre la realidad y lo que es.Todas las ciencias humanas o físicas observan al hombre bajo un ángulo particular. Pero la suma de todas estas visiones no podrá jamás reconstituir el hombre vivo, pues la vida de un ser humano está fuinalmente más allá de todos los análisis posibles, este más allá es la vida, es el Zen.
LA PRACTICA DE ZAZEN ES EL SECRETO DEL ZEN


Para practicar zazen, siéntese en el centro del zafú (cojín redondo y alto), manténgase bien derecho y extienda la columna vertebral a partir de la quinta vértebra lumbar.


Cruce las piernas en posición de loto o de medio loto, de manera que las rodillas estén firmemente apoyadas en el suelo. Empuje el cielo con la cabeza, empuje la tierra con las rodillas.


La mano izquierda reposa sobre la palma de la mano derecha; los pulgares se tocan, con una ligera presión, las dos manos están en contacto con el abdomen.


El mentón está recogido, la nuca estirada, la nariz en la vertical del ombligo, los hombros caen naturalmente. La boca está cerrada sin crispación, la extremidad de la lengua toca el paladar, detrás de los dientes superiores. Los ojos a medio cerrar, la mirada se posa sin fijarse a un metro delante de uno.


La respiración debe ser calma, larga y profunda. La atención ha de estar dirigida sobre la espiración, que debe empujar hacia abajo sobre toda la masa abdominal. La inspiración viene naturalmente, automáticamente, espontáneamente. El vientre siempre debe estar libre, distendido y en expansión.


En esta postura, se interrumpe el flujo de pensamientos incesantes y de maquinaciones mentales, porque toda la atención está dirigida a la tensión muscular y a la respiración.


Cuando el espíritu no permanece sobre nada aparece el verdadero espíritu


Cuando más se practica zazen, más uno comprende con todas las fibras de su cuerpo que los pensamientos son contenidos vacíos desprovistos de toda sustancia real, que vienen y van. Uno se da cuenta finalmente que existe una conciencia intuitiva, original y universal, radicalmente distinta de la conciencia habitual del yo. Si Ud. mantiene la postura justa, si su respiración es cada vez más profunda y calma, sentirá la realidad d ella vida que impregna todo el unievrso. A ésto puede llamarlo el campo integral de conciencia. El funcionamiento del cerebro se aclara espontánea y automáticamente, este estado no es el de una conciencia particular sino el simple retorno a la condición más normal del cerebro. Si Ud. mantiene este perfecto estado de cionciencia en zazen, se activa la vida natural e incomesurable más allá de los pensamientos del yo personal, y se siente entonces que uno está ligado al mundo exterior, a todos los elementos de la poderosa naturaleza.


El impulso de despertar, dado por la tensión muscular, actúa directamente en el cerebro y vuelve más clara a la conciencia.


Debemos tomar conciencia del aspecto efímero e impermanente del espíritu. Hishiryo, el estado de conciencia durante zazen, significa dejar pasar los pensmientos. Es la conciencia que está más allá de todo juicio específico, como el que nos hace buscar lo que amamos y huir de lo que detestamos.


Hishiryo es el pensmaiento que pasa por el punto cero del tiempo, el pensamiento que las razones y las consideraciones personales no alcanzan. Es la conciencia universal que sigue el orden del universo y el movimiento de la naturaleza. Es la conciencia integral que surge natural y automáticamente de la postura y d ella respiración de zazen. Esto sólo puede ser comprendido por la práctica. Esta conciencia de zazen es no -provecho (mushotoku), no tiene objeto. Depositado como un grano en las neuronas, esta idea germina y se vuelve conciencia natural.


En el capítulo "Shoji" del Shobogenzo, puede leerse con respecto a este tema: "No trate de evaluar esto con su espíritu ni expresarlo con palabras." En otros términos, al menos que una evidencia subjetiva venga a corroborarlo, es difícil aprehender objetivamente, científicamente la conciencia.Digen dijo a su maestro Nyojo: "Abandoné mi cuerpo y mi espíritu." Esto significa que a través de zazen, uno puede emanciparse de ella conciencia del pasado y que se vuelve, en cuerpo y en espíritu a la auténtica conciencia de antes de la existencia humana. La conciencia del pasado ya no es un problema, su cuerpo y su espíritu anteriores se resuelven en zazen. Ud.crea su verdadera vida,, en donde la sabiduría se engendra naturalmente.


KIN HIN


Kin hin se pratica en el doyo entre dos periodos de zazen. Es la postura de pié, la continuacón de la concentración de zazen durante la marcha.


La parte superior del cuerpo está como en zazen: columna vertebral bien derecha, mentón recogido, nuca extendida, la mirada posada delante de uno a unos tres metros. La mano derecha envuelve a la mano izquierda y las dos manos se aprietan fuertemente juntas y se apoyan contra el esternón, los hombros relajados.


Se avanza de a medio paso, al ritmo de la respiración. La espiración corresponde a un tiempo de tensión, inmóvil. El cuerpo se distiende durante la inspiración y es en ese momento en donde se avanza. Como en zazen, se dejan pasar los pensamientos..


Kin hin es un método de profunda concentración. Entrenamiento a la estabilidad de la energía, desarrolla una actitud fr gran dignidad.


FUKANZAZENGI


Enseñanza del zazen (extracto)


El zazen de que hablo no es el aprendizaje de la meditación. No es otra cosa que el dharma de la paz y de la felicidad, la práctica-realización de un eprfecto despertar. Zazen es la manifestación de la última realidad. Las trampas y las redes jamás pueden alcanzarlo. Cuando atrapa su corazón, se parece Ud. aldragón cuando entra en el agua y al tigre cuando penetra en la montaña. Pues ha de saberse que en ese precido momento (cuando se practica zazen), el verdadero dharma se manifiesta y que desde el principio, se desecha todo relajamiento físico y mental, como así también la distracción. Maestro Eihei Dogen (1200-1253)


Zazen y fisiología


Hasta la mitad del siglo, zazen sólo era un método de entrenamiento espiritual. Sólo los religiosos y ciertos filósofos se interesaban por és, como una práctica del despertar fundada en la experiencia subjetiva.


Actualmente, las investigaciones cinetíficas llevadas a cabo en medios hospitalarios, demostraron que zazen no es sólo un ejercicio religiosos sino una regulación del cuerpo y del espíritu, un medio de realizar un verdadero equilibrio.


La posturaZazen permite una correcta distribución de las molestias musculares, ódeas y de gravedad, porque produce una reorganización de la postura, como lo demuestra el estudio de la actividad muscular de personas en zazen y el control de su metabolismo de base. Zazen asegura el equilibrio óptimo del cuerpo y elimina los inconvenientes debidos a malas actitudes en las que el cuerpo ha podido fijarse.


La respiración


El control de la respiración es también muy importante. La principal dificultad viene del hecho que no se puede respirar correctamente si no se tiene una buena postura. Durante zazen la concentración está en la espiración, que debe ser larga y profunda. Así el aire viciado residual se expulsa de los pulmones y el practicante puede usar plenamente su capacidad pulmonar. En consecuencia, el ritmo respiratotio se hace más lento, como así también el ritmo cardíaco, la sangre y los órganos internos están mejor oxigenados.


La espiración que ejerce un empuje hacia abajo en toda la masa abdominal, hace que esta última haga desarrollar una gran energía en la cintura, los riñones, las caderas y de esta manera el centro de gravedad del cuerpo se baja, volviéndose así el individuo más estable. El practicante puede luego conservar esta respiración en la vida cotidiana, porque el cuerpo termina por adoptarla inconscientemente.


El cerebro


Los estudios neurofisiológicos que se han realizado en practicantes de zazen demostraron que el cerebro intelectual y analítico (cerebro frontal y cerebro izquierdo), se apacigua y que por el contrario, elcerebro derecho y el cerebro profundo, asiento de la intuición y de la regulación del sistema nervioso, se activa.


Si se produce un estímulo, el cerebro lo registra, pero vuelve muy rápido al ritmo propio del zazen (alfa lento y theta), lo que pone de manifiesto que el efecto del stress está reducido.Las investigaciones del doctor Hirai mostraron claramente que zazen influencia no sólo el estado de espíritu, sino también la fisiología misma delc erebro. (Ver con respecto a este tema el libro Zen and self-control). Estos trabajos testimonian objetivamente la unidad del cuerpo y del espíritu, ya afirmada en el siglo XIII por el maestro Dogen. El doctor Hirai escribe: "Este estado de conciencia producido naturalmente durante zazen, reflejado en el electroencefalograma y medido como otros fenómenos fisiológicos, es la conciencia del despertar, que está en la profundidad del espíritu de los hombres desde su nacimiento.


Zen y civilización


El Zen no es ni razonamiento ni teoría. No es un conocimiento que deba aprehenderse con la mente; es una práctica, una experiencia que es tanto objetiva como subjetiva. El Zen no separa estos dos puntos de vista complementarios, como tampoco disocia el cuerpo de la mente, lo fisiológico, ni lo consciente de lo inconsciente. Dirige su llamado a la totalidad del ser.Es en este sentido en el que corresponde a las aspiraciones que orientan la marcha de la civilización actual, una civilización que intenta pasar de las categorías, de las separaciones estrechas, de las divisiones en todos los dominios.


"Debemos armonizar los contrarios volviendo a su propia funete. Esto es lo propio de la actitud Zen, vía del medio: abarcar las contradicciones, hacer de ellas una síntesis y realizar el equilibrio. El espíritu moderno de libertad debe liberarse de viejas supersticiones, de creencias y de limitaciones formales para encontrar en sí mismo el origen de una moral auténtica, a la vez personal y universal, ligada a la conciencia profunda de la vida." (Taisen Deshimaru)Zen y sabiduría


El Zen procura un alto grado de conciencia de sí mismo y de paz interior; abandonando el egoísmo individual y aprendienso a poner la mente en reposos, se puede acceder al flujo eterno de la actividad y d ella energía y al conocimiento intuitivo. Se accede a esta sabiduría por la puerta del silencio y sin deseo de provecho.


"Tened las manos abiertas, toda la arena del desierto pasará por ellas. Cerrad las manos: sólo obtendréis algunos granos de arena." (Maestro Dogen).Zen y creatividadLa actividad viene de la espontaneidad manifestasa "aquí y ahora". Es la actitud más realista y más apropiada. En el Zen la vida cotidiana se funda en la espontaneidad y en el entrenamiento en la concentración del cuerpo.


Por eso, sólo quien practica puede realizar "aquí y ahora" sus potencialidades, despertándose a su verdadera naturaleza, volviéndose plenamente él mismo. La creatividad no sólo tiene que ver con el genio, el niño es espontáneamente creador. Cada uno en su vida debe volverse creador.Zen y eficacidadEl Zen no es una técnica de evasión ni de huída. Al contrario, la práctica de zazen al desarrollar nuestra energía y nuestra concentración en el instante presente, nos permite afrontar la realidad cotidiana con una calma, una perspicacidad, una objetividad, de las que no nos creíamos capaces, y que nos sorprenden. Entonces, ante las dificultades, frente a los problemas, la reacción justa y eficaz se produce por sí misma, espontáneamente, pues nos hemos liberado de los obstáculos interiores que antes nos volvían esto imposible. Es en la actividad misma en donde encontramos nuestra verdadera paz interior.


Zen y libertad


Transcender los límites de sus propios conflictos, sentirse uno con todos los demás, comportarse naturalmente; es la vía de la libertad. La verdadera libertad es interior y surge de la práctica de zazen. Naturalmente la conciencia se vuelve más amplia yla confianza en sí aparece. Nuestra vida no es ni pequeña, ni estrecha, ni solitaria.


Zen y religión


El Zen es el capítulo principal de todo el Budismo. Pero es ante todo y esencialmente: contacto con lo absoluto en nosotros mismos, despertar a la realidad más allá de las apariencias visibles. Comprensión de nuestra naturaleza humana profunda, invisible. En esto, es universal.


El Zen se sitúa más allá de todas las religiones tradicionales pero como es la raíz misma del espíritu religioso, puede vivir entre todas las religiones, darle a cada una su verdadero poder religioso, puede vivir entre todas las místicas, como un pez en el agua. "El agua -decía Dogen- es la vida para el pez, pero el pez es también la vida para el agua."


Zen y arte


El Zen fue en el pasado el fermento de una prodigiosa renovación cultural, priemro en China, luego en Japón. En las civilizaciones del extremo oriente, la pintura y la poesía clásicas, en las que hay como representantes los más inminentes monjes zen, están impregnadas de la concepción d ella naturaleza y de las relaciones del hombre con ella. Aquí la creación artística procede de una íntima comunión con los elementos y las estaciones. Sólo puede nacer del desapego del artista y de su percepción de las estructuras escondidas del mundo que lo rodea.


En esta concepción del arte, lo que prima de una manera absoluta, es la espontaneidad. Por eso tanto la pintura como la caligrafía zen, deben surgir de una sola vez, no deben ser retocadas. Y sin embargo esta espontaneidad sólose obtiene después de una larga práctica, de una paciente maduración interior.


Numerosos artistas occidentales se sienten hoy sensibles ante esta promesa de renovación que contiene el Zen.


En China y más aún en el Japón, la influencia del Zen se extendió a todas las artes, el teatro y la caligrafía, la danza tradicinal y la cerámica. Recordemos también que muchos rasgos específicos de la vida cotidiana china japonesa se desarrollaron bajo la influencia del Zen: la admiración atenta de la naturaleza, el arte de los jardines, la elegante austeridada de la arquitectura y de la decoración, el arte de las flores, la ceremonia del té, por ejemplo.


Historia del Zen


El Zen remonta a la experiencia del Buda Shakyamuni que realizó el despertar en la postura de dhyana (zazen), en India en el siglo IV a.C. Esta experiencia se transmitió desde entonces de manera ininterrumpida, de maestro a discípulo, formándose así la sucesión del Zen.


Después de una implantación de cerca de mil años en India, el monje Bodhidharma trajo esta enseñanza a China en el siglo V d.C. El Zen, bajo el nombre de ch'an conoció entonces un gran florecimiento en este país, encontrando en él un terreno favorable para su desarrollo. Fue sobre todo en ésta época en la que el Zen afirmó su originalidad y la pureza de su práctica.En el siglo XIII, el monje japonés Dogen, luego de una estancia en China, trajo el Zen al Japón. Fundador de la escuela Zen Sotot, el maestro Dogen es considerado como el filósofo más grande del Budismo, junto con Nagarjuna en India en el siglo III. El Zen influenciará profundamente toda la cultura japonesa, más de 20.000 templos testimonian hoy este florecimiento.


En el siglo XX Occidente empezó a interesarse en el aspecto filosófico del Zen, mientras que en la misma época, en el Japón, Kodo Sawaki, daba un nuevo impulso a la práctica, por entonces bastante debilitada. A la muerte de Kodo Sawaki, su sucesor, Taisen Deshimaru, vino a Francia para traer a Occidente la esencia de esta enseñanza, como Bodhidharma había ido a la China mil quinientos años antes.


El maestro Taisen Deshimaru


El maestro Taisen Deshimaru fue discípulo y luego sucesor de Kodo Sawaki, quien produjo un verdadero renacimiento del Zen en el Japón en la priemra mitad de este siglo. Su venida a Francia fue una gran suerte para los europeos, quienes sólo conocían el Zen a tyravés de los libros. Pudieron abordar entonces, bajo su dirección, la verdadera práctica que les había sido hasta entonces desconocida.


Durante los quinze años que vivió en París, el maestro Deshimaru creó cerca de cien doyos y grupos de zazen repartidos en cuatro continentes y fundó el priemr templo de Occidente: La Gendronnière, como también la Asociación Zen Internacional. Con la ayuda de sus discípulos, editó numerosos libros y diversasa publicaciones periódicas. También entabló excelentes relaciones con sabios, artista, terapeutas, de todos los países y contribuyó enormemente al acercamiento Oriente-Occidente, que consideraba como una de las grandes esperanzas de nuestra época; deseaba ayudar a la humanidad a atravesar la crisis que padece con la introducción del Zen en nuestra civilización.


Taisen Deshimaru falleció el 30 de abril de 1982, dejando a sus discípulos la esencia de su enseñanza y la misión de transmitir a su turno, la práctica del Zen.Niwa Renpo Zenji, superior del templo de Eihe-ji, fundador en el siglo XIII por el maestro Dogen, la autoridad más grande del Zen en el Japón, autentificó esta misión, otorgando, en 1984 el certificado de la transmisión a tres antiguos discípulos del maestro Deshimaru.


Seshin


Desde los orígenes del Zen, desde la época del Buda Shakyamuni las sesshin son el corazón de la práctica de zazen.Sesshin significa volverse íntimo consigo mismo, con su propio cuerpo y su propio espíritu, abandonar el egoísm,o y armonizarse con los demás, con la naturalezam, con el orden cósmico.Durante las sesshin, cuya duración varía de uno a varios días, los participantes se concentran en zazen, tanto en la práctica en el doyo como en el samu, trabajo manual y colectivo. Cada acción de la vida cotidiana es la continuación de zazen. Participando en las sesshin, sobre todo en las de la Gendronnière, podemos realizar en nuestra vida de todos los días la auténtica práctica del Zen.

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