Sobre el Dolor

"No hay ningún pensamiento nuevo. Si lo reconocemos, ya está viejo. De lo que tenemos miedo es de la repetición de lo pasado—la idea de lo que se ha venido proyectando sobre el futuro. Por lo tanto, las ideas son responsables del miedo... Ahora nuestra pregunta es: ¿es posible que la mente viva completa, totalmente, en el presente? Sólo tal mente no tiene miedo"
"Permanece en el aquí y en el ahora... No te escapes al pasado o al futuro, no pienses en imágenes, en opiniones de otros, en estadísticas, tu vida es tuya nada más, lo que otros han vivido no te pertenece, no te lo apropies. Si en este momento no tienes dolor, no pienses en el dolor del pasado o en el dolor que imaginas tendrás en otro momento, porque entonces lo llamarás... Si en este instante realmente tienes dolor, no trates de escapar de él, acéptalo tal cual, y entra más lo aceptes, pasará"
"La palabra... Produce miedo. Tomemos como ejemplo la palabra cáncer. Escuchas la palabra e inmediatamente las ideas y pensamientos sobre el cáncer aparecen: el dolor, la agonía, el sufrimiento y la pregunta "¿Tengo cáncer?" La palabra es extremadamente importante para nosotros. La palabra, la frase, cuando se organiza se convierte en una idea, basada en una pura fórmula, y eso nos ata. Pero debemos recordar que la palabra no es el hecho; la palabra "micrófono" no es el micrófono. Pero una palabra trae miedo... A través de la asociación y la remembranza. Nos esclavizamos a las palabras... Debemos liberarnos de las palabras. Si ahora una palabra te hace sufrir, déjala ir, tu vida nunca será como ninguna palabra, las palabras no son semejantes a la realidad"
"El miedo aparece cuando tienes la sensación de que estás siendo castigado... Que lo que te pasa es un castigo... Pero esa idea es una ilusión. No serás castigado por nadie, a menos que hayas decidido castigarte a ti mismo, en lugar de aceptar todo el amor que hay alrededor de ti"
"¿Qué es lo que provoca el dolor? Pensar en el dolor de ayer, pensar en el dolor de otro momento, proyecta el miedo de tener dolor mañana otra vez... Si dejaras de pensar en el pasado, tu dolor disminuirá""El miedo no está separado de mí, no está fuera de mí. El miedo es algo que yo decido hacer. De la misma manera puedo dejar de pensar en él, paulatinamente desaparecerá"
Por Krishnamurti
Fragmentos de la antología On Fear, trad. HY.
On Fear, Krishnamurti (Harper, San Francisco, 1995)

2 comentarios:

Sunyata dijo...

Jiddu Krishnamurti y la disolución de la "Orden de la Estrella".

“Yo sostengo que la Verdad es una tierra sin caminos, y no es posible acercarse a ella por ningún sendero, por ninguna religión, por ninguna secta. Ese es mi punto de vista y me adhiero a él absoluta e incondicionalmente. La Verdad, al ser ilimitada, incondicionada, inabordable por ningún camino, no puede ser organizada; ni puede formarse organización alguna para conducir o forzar a la gente por algún sendero particular. Si desde el principio entienden eso, entonces verán lo imposible que es organizar una creencia. Una creencia es un asunto puramente individual, y no pueden ni deben organizarla. Si lo hacen se torna en algo muerto, cristalizado; se convierte en un credo, una secta, una religión que ha de imponerse a los demás. Esto es lo que todo el mundo trata de hacer. La Verdad se empequeñece y se transforma en un juguete para los débiles, para los que están sólo momentáneamente descontentos. La verdad no puede rebajarse, es más bien el individuo quien debe hacer el esfuerzo de elevarse hacia ella. Ustedes no pueden traer la cumbre de la montada al valle. Si quieren llegar a la cima de la montada, tienen que atravesar el valle y trepar por las cuestas sin temor a los peligrosos precipicios. Tienen que ascender hacia la Verdad, ésta no puede ‘descenderse’ ni organizarse para ustedes...”

“Yo no quiero pertenecer a ninguna organización de tipo espiritual; por favor, comprendan esto...”

“Por otra parte, sostengo que ninguna organización puede conducir al hombre a la espiritualidad. Si se crea una organización para este propósito, ella se convierte en una muleta, en una debilidad, en una servidumbre que por fuerza mutila al individuo y le impide crecer, establecer su unicidad que descansa en el descubrimiento que haga por sí mismo de esta Verdad absoluta e incondicionada. Por lo tanto, ésa es otra de las razones por las que he decidido, ya que soy el Jefe de la Orden, disolverla. Nadie me ha persuadido para que tome esta decisión”.

“Esta no es ninguna magnífica proeza, porque yo no deseo seguidores, y esto es lo que quiero significar. En el momento en que siguen a alguien, dejan de seguir la Verdad. No me preocupa si prestan o no prestan atención a lo que digo. Deseo hacer cierta cosa en el mundo y voy a hacerla con resuelta concentración. Sólo estoy interesado en una cosa esencial: hacer que el hombre sea libre. Deseo liberarlo de todas las jaulas, de todos los temores, y no fundar religiones, nuevas sectas, ni establecer nuevas teorías y nuevas filosofías. Entonces, naturalmente, me preguntarán por qué recorro el mundo hablando continuamente. Les diré por qué lo hago: no es porque desee que me sigan, ni porque desee un grupo especial de discípulos selectos. (¡Cómo gustan los hombres de ser diferentes de sus semejantes, por ridículas, absurdas o triviales que puedan ser sus distinciones! No quiero alentar ese absurdo). No tengo discípulos ni apóstoles, ya sea en la tierra o en el reino de la espiritualidad...”

“Un periodista que me ha entrevistado, consideraba un acto grandioso disolver una organización en la cual había miles y miles de miembros. Para él esto era una gran acción porque dijo: “¿Qué hará usted después, cómo vivirá? No tendrá seguidores, la gente no lo escuchará”. Con que sólo haya cinco personas que escuchen, que vivan, que tengan sus rostros vueltos hacia la eternidad, será suficiente...”

“Como he dicho, tengo solamente un propósito: hacer que el hombre sea libre, impulsarlo hacia la libertad, ayudarle a romper con todas sus limitaciones, porque sólo eso habrá de darle la felicidad eterna, la realización no condicionada del ser”.

“Porque yo soy libre, no condicionado, completo no una parte, no lo relativo, sino la Verdad total que es eternadeseo que aquellos que buscan comprenderme sean libres, que no me sigan, que no hagan de mí una jaula que se tornará en una religión, una secta. Más bien deberían librarse de todos los temores: del temor de la religión, del temor de la salvación, del temor de la espiritualidad, del temor del amor, del temor de la muerte, del temor de la vida misma. Así como un artista pinta un cuadro porque se deleita en esa pintura, porque ella es la expresión de él mismo, su bienestar, su gloria, así hago yo esto, y no porque quiera nada de nadie. Ustedes están acostumbrados a la autoridad, o a la atmósfera de autoridad que piensan va a conducirlos a la espiritualidad. Creen y esperan que otro, por sus extraordinarios poderes un milagropodrá transportarlos a ese reino de libertad eterna que es la Felicidad. Toda la perspectiva que tienen de la vida se basa en esa autoridad”.

“Me han estado escuchando durante tres años sin que ningún cambio se operara en ustedes, salvo en algunos pocos. Ahora, analicen lo que estoy diciendo, sean críticos para que puedan alcanzar una comprensión profunda, fundamental. Cuando buscan una autoridad que los conduzca a la espiritualidad, se obligan ustedes automáticamente a crear una organización alrededor de esa autoridad. Por la creación misma de esa organización que piensan ha de ayudar a esta autoridad para que les guíe hacia la vida espiritual, quedan ustedes atrapados en una jaula...”

“En lugar de las viejas distinciones espirituales, tienen ustedes nuevas distinciones, en lugar de los viejos cultos, tienen cultos nuevos. Todos ustedes dependen de algún otro para su espiritualidad, para su felicidad, para su iluminación; y aunque se han estado preparando para mí durante dieciocho años, cuando yo digo que todas estas cosas son innecesarias, cuando digo que deben descartarlas todas y mirar dentro de sí mismos para la iluminación, para la gloria, para la purificación e incorruptibilidad del ser, ninguno de ustedes quiere hacerlo. Puede que haya unos pocos, pero son muy, muy pocos”.

“¿Para qué, pues, tener una organización?”

“¿Por qué las personas falsas, hipócritas, me han seguido a mí, la encarnación de la Verdad? Recuerden, por favor, que no estoy diciendo cosas duras o crueles, sino que hemos llegado a una situación en que deben ustedes enfrentarse a las cosas tal como son. El año pasado dije que no transigiría. Muy pocos me escucharon entonces. Este año he puesto eso absolutamente en claro. No sé cuántos miles en el mundo miembros de la Ordenhan estado preparándose para mí durante dieciocho años; sin embargo, ahora no están dispuestos a escuchar incondicionalmente, totalmente, lo que digo”.

“¿Para qué, pues, tener una organización?”

“Como dije antes, mi propósito es hacer que el hombre sea incondicionalmente libre, porque yo sostengo que la única espiritualidad es la incorruptibilidad del propio ser que es eterno, que es la armonía entre la razón y el amor. Esta es la absoluta, incondicionada Verdad que es la Vida misma. Deseo, por lo tanto, que el hombre sea libre, que se regocije como el pájaro en el cielo claro libre de toda carga, independiente, extático en esa libertad. Y yo, por quien ustedes se han estado preparando durante dieciocho años, digo ahora que deben liberarse de todas estas cosas, liberarse de sus complicaciones, de sus enredos. Para eso no necesitan tener una organización basada en la creencia espiritual. ¿Por qué tener una organización para cinco o diez personas en el mundo que comprenden, que luchan, que han desechado todas las cosas triviales? Y para los débiles no puede haber organización alguna que les ayude a encontrar la Verdad, porque la Verdad está en cada uno de nosotros; no está lejos ni cerca; está eternamente ahí”.

“Las organizaciones no pueden hacerlos libres. Ningún hombre puede, desde afuera, hacerlos libres; ni un culto organizado, ni la propia inmolación a una causa puede hacerlos libres, ni el formar parte de una organización, ni el lanzarse a una actividad puede hacerlos libres. Ustedes utilizan una máquina de escribir para su correspondencia, pero no la ponen en un altar para adorarla. Sin embargo, eso es lo que están haciendo cuando las organizaciones se convierten en la principal preocupación de ustedes. “¿Cuántos miembros hay en ella?” Esta es la primera pregunta que me hacen todos los reporteros. “¿Cuántos seguidores tiene usted? Por su número juzgaremos si lo que usted dice es verdadero o falso”. Yo no sé cuántos son. No estoy interesado en eso. Aunque hubiera un solo hombre que haya podido liberarse, sería suficiente”.

“Asimismo tienen ustedes la idea de que sólo ciertas personas poseen la llave para entrar en el Reino de la Felicidad. Nadie la posee. Nadie tiene la autoridad para poseerla. Esa llave es el propio ser de cada uno, y sólo en el desarrollo y la purificación y la incorruptibilidad de ese ser, está el Reino de la Eternidad”.

“Verán, pues, qué absurda es toda la estructura que han edificado buscando la ayuda externa, dependiendo de otros para el propio bienestar, para la propia felicidad, para la propia fortaleza. Estas cosas sólo pueden encontrarlas dentro de sí mismos”.

“¿Por qué, pues, tener una organización?”

“Se han acostumbrado a que se les diga cuánto han avanzado, cuál es el grado espiritual que poseen. ¡Qué niñería! ¿Quién sino ustedes mismos puede decir si son hermosos o feos por dentro? ¿Quién sino ustedes mismos puede decir si son incorruptibles? Ustedes no son serios en estas cosas”.

“¿Por qué, pues, tener una organización?”

“Pero aquellos que realmente deseen comprender, que traten de descubrir lo que es eterno, sin principio ni fin, marcharán juntos con mayor intensidad y serán un peligro para todo lo que no es esencial, para las irrealidades, para las sombras. Y ellos se reunirán y se volverán la llama, porque habrán comprendido. Un cuerpo así es el que debemos crear y tal es mi propósito. Gracias a esa verdadera comprensión habrá una verdadera amistad. A causa de esa verdadera amistad que al parecer ustedes no conocenhabrá verdadera cooperación de parte de cada uno. Y esto no por motivo de la autoridad, ni por la salvación, ni por la inmolación a una causa, sino porque ustedes realmente han comprendido y, en consecuencia, son capaces de vivir en lo eterno. Esto es algo más grande que todo placer y que todo sacrificio”.

“Estas son, pues, algunas de las razones por las que, después de haberlo considerado cuidadosamente por dos años, he tomado esta decisión. No proviene de un impulso momentáneo. Nadie me ha persuadido a ello no me dejo persuadir en tales cosas. Durante dos años he estado pensando en esto, despacio, cuidadosamente, pacientemente, y he decidido ahora disolver la Orden, puesto que soy su Jefe. Pueden formar otras organizaciones y esperar por algún otro. Eso no me concierne, como tampoco me concierne crear nuevas jaulas y nuevas decoraciones para esas jaulas. Mi único interés es hacer que el hombre sea absolutamente, incondicionalmente libre”14.

14 Archivos de la S.T. Adyar, Madrás.

Biografía de J. Krishnamurti. Pupul Jayakar. Editorial Kier.











Publicado por sunyata los 5:17

Etiquetas: Jiddu Krishnamurti y la disolución de la "Orden de la Estrella".

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Anónimo dijo...

La idea del eterno retorno es misteriosa y con ella Nietzche dejó perplejos a los demás filósofos: ¡pensar que alguna vez haya de repetirse todo tal como lo hemos vivido ya, y que incluso esa repetición haya de repetirse hasta el infinito! ¿Qué quiere decir ese mito demencial?
El mito del eterno retorno viene a decir, per nagationem, que una vida que desaparece de una vez para siempre, que no retorna, es como una sombra, carece de peso, está muerta de antemano y, si ha sido horrorosa, bella, elevada, ese horror, esa elevación o esa belleza nada significan. No es necesario que los tengamos en cuenta, igual que una guerra entre dos estados africanos en el siglo catorce que no cambió nada de la faz de la tierra, aunque en ella murieran, en medio de indecibles padecimientos, trescientos mil negros.
¿Cambia en algo la guerra entre dos estados africanos si se repite incontables veces en un eterno retorno?
Cambia: se convierte en un bloque que sobresale y perdura, y su estupidez será irreparable.
Si la revolución francesa tuviera que repetirse eternamente, la historiografía francesa estaría menos orgullosa de Robespierre. Pero dado que habla de algo que ya no volverá a ocurrir, los años sangrientos se convierten en meras palabras, en teorías, en discusiones, se vuelven más ligeros que una pluma, no dan miedo. Hay una diferencia infinita entre el Robespierre que apareció sólo una vez en la historia y un Robespierre que volviera eternamente a cortarle la cabeza a los franceses.
Digamos, por tanto, que la idea del eterno retorno significa cierta perspectiva desde la cual las cosas aparecen de un modo distinto a como las conocemos: aparecen sin la circunstancia atenuante de la fugacidad. Esta circunstancia atenuante es la que nos impide pronunciar condena alguna. ¿Cómo es posible condenar algo fugaz? El crepúsculo de la desaparición lo baña todo con la magia de la nostalgia; todo, incluso la guillotina.
No hace mucho me sorprendí a mí mismo con una sensación increíble: estaba hojeando un libro sobre Hitler y al ver algunas de las fotografías me emocioné: me habían recordado el tiempo de mi infancia; la viví durante la guerra; algunos de mis parientes murieron en los campos de concentración de Hitler; ¿pero qué era su muerte en comparación con el hecho de que las fotografías de Hitler me habían recordado un tiempo pasado de mi vida, un tiempo que no volverá?
Esta reconciliación con Hitler demuestra la profunda perversión moral que va unida a un mundo basado esencialmente en la inexistencia del retorno, porque en ese mundo todo está perdonado de antemano y, por tanto, todo cínicamente permitido.
"El principal problema con que se encuentra el ser humano es que la vida eligió la muerte como sistema de adaptación a los cambios del medio. La sucesiva aparición de nuevas genereciones limita la aplicación practica del conocimiento".

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