El dolor

Toda ciencia viene del dolor.
El dolor busca siempre la causa de las cosas,
mientras que el bienestar se inclina a
estar quieto y a no volver la mirada atrás.
Stefan Zweig







Observemos la escena: un hombre descorre la ajada cortina con un gesto de rabia e impotencia. Mira a través del cristal la fábrica mientras él se queda en la casa sin trabajo. Su puño apretado sobre la mesa, sus rudas manos de trabajador manual, su postura en equilibrio inestable sobre la silla inclinada... todo muestra una situación desesperada. Su mujer con extrema delgadez, da de mamar al hijo de ambos, las grandes manos marcan la situación límite y con ellas sostiene con firmeza y protección a su bebé.
Una sucesión de miradas muy elocuentes y clarificadoras de la terrible situación: la madre mira a su marido mostrando la angustia y esperando una solución a la pobreza, al hambre y al futuro de su bebé. El marido mira por la ventana con furia a los trabajadores que acuden a su ocupación y lamenta estar sin hacer nada, junto a sus herramientas de trabajo sobre la mesa, creyendo en un milagro para volver a utilizarlas.
Esta obra está cargada de dramatismo. La ausencia de casi todo. La escena familiar acentúa un profundo dolor y sufrimiento y también refleja la esperanza en la vida del hijo.
La vivencia del dolor es el sufrimiento.
En el dolor sufrimos siempre como individuos y es, precisamente, una de las vivencias en las que experimentamos el aislamiento de nuestra existencia.
El dolor puede hallarse en relación con la conservación del individuo y tener carácter de señal, cuando el mecanismo psicofísico que cuida de la autoconservación experimenta un trastorno, avisa mediante el dolor, para que el ser vivo dotado de inteligencia evite la repetición de experiencias nocivas
La esencia del dolor reside en que desorganiza la intimidad del hombre en toda su estructura vital y psíquica. Tanto en los dolores físicos como en los dolores anímicos - muerte de un ser querido o la perdida de un amor- se percibe que la raíz profunda de la vitalidad ha resultado afectada y la vida ya no se siente como un regalo que recibimos de la mano de la Creación.
El dolor nos enseña que la vida oculta en sí misma la posibilidad de convertirse en su propio enemigo. El dolor es el mal más real, inevitable e innegable, que desde dentro sale al encuentro de la vida, la inhibe y la amenaza.
El dolor se siente como un estado pero al mismo tiempo contiene un factor objetivo. En él siempre se experimenta algo que nos provoca el sentimiento del dolor y esto aparece claramente en el dolor corporal: decimos que nos duele el estómago o la cabeza. El dolor continuo da a la parte afectada algo así como vida propia.
En el dolor anímico existe algo enfrente de nosotros por lo que sufrimos y ese objeto tiene una cualidad especial que sólo por comparación puede ser descripta y que hasta se podría designar metafóricamente como una espina, un aguijón que nos hiere el alma.
En el dolor se entrelazan lo objetivo y lo subjetivo, de modo que es difícil distinguir el límite donde termina una y empieza el otro
En el dolor se vivencia algo de lo cual se quiere escapar, pero para lo cual no se encuentra salida. En esta impotencia e incertidumbre se muestra que el dolor es un ataque al hombre en la temática de su existencia vital.
Mientras vivimos no podemos sustraernos a la vida, y cuando esta vida aparece como una desgracia, y lleva consigo sufrimiento somos victimas de esa adversidad, en tanto no renunciamos a ese modo de vida, por esto en las teorías filosóficas y metafísicas la existencia del dolor siempre se relaciona con la falta de sentido de la vida.

¿Cuál es el sentido del dolor?
Ecktehart dice “que el sufrimiento es la cabalgadura que con más rapidez conduce a la perfección”.Un ejemplo que confirma ese pensamiento es cuando se considera que el grado de capacidad artística depende del grado de capacidad de sufrimiento. Esto significa que la vida experimenta una alteración por el dolor, precisamente es en el sufrimiento, donde se puede abrir el camino hacia lo espiritual.
Klages dice que “la actividad del espíritu sólo se inicia y se hace posible en el punto en que se altera el fluir de la vida” en sus palabras se interpreta que la presencia de las dificultades llevan al hombre a comprender las distintas dimensiones de la vida.
El hombre busca salir del dolor y se libera del cautiverio del sufrimiento cuando toma conocimiento que en él se une la forma más densa de la materia y el más elevado espíritu. Estos dos polos de la misma realidad existen por medio de la Inteligencia, y es la presencia de la Inteligencia lo que permite sortear los obstáculos que causan dolor y despertar a nueva conciencia de vida .

Fuente Bibliográfica: Dr. Lersch, P.- La estructura de la personalidad. Ed. Scientia. 1974
Obra de Arte: “Sin pan y sin trabajo” de Ernesto de la Cárcova concebida entre 1892 y 1893

“Su alegría es su dolor desenmascarado
y la mismísima fuente que sus risas
llenaran, fue frecuentemente llena
de sus lágrimas.”
Kahlil Giran

0 comentarios:

Premios

Design by Blogger Templates