Bruxismo

Boca Apretada


En la ajetreada vida cotidiana, estrés es una palabra de mención constante, una situación común y socialmente aceptada como un mal necesario. Son incontables las molestias y enfermedades que esta condición causa. De esta lista destaca el bruxismo, término conocido desde 1931 cuando fue acuñado por un doctor alemán de apellido Frohmann. Sin embargo, desde principios del siglo XX ya se hablaba de bruxomanía e, inclusive, algunos estudiosos de la Biblia indican que desde tiempos ancestrales se viene haciendo referencia a este mal, pues, en el Antiguo Testamento se hace mención del "crujir y rechinar de dientes" refiriéndose a los castigos eternos. Y tal vez, quienes tengan un pensamiento un tanto apocalíptico, acepten con facilidad dicha sentencia, pues hasta el momento no se sabe a ciencia cierta los orígenes del bruxismo y tampoco se cuenta con un método eficaz para su cura. "En mi consulta se ha incrementado el número de pacientes con esta disfunción. Llevándolo a términos de porcentaje, pudiera decir que cerca de 60% padece de bruxismo y, de esa cantidad, una gran mayoría ignora su situación, puesto que el apretar o rechinar los dientes, en la mayoría de los casos, es un acto involuntario. A esto se debe que algunos pacientes se nieguen a aceptar dicho diagnóstico y, por ende, se dificulte la realización del tratamiento", explica la odontóloga Emma Oliveros.
Ciertos estudios médicos sugieren que el bruxismo es uno de los desórdenes orofaciales más complejos, destructivos y persistentes. Se cree que de 6 a 8% de la población de edad media lo presenta y, hasta un tercio de la población mundial, en algún momento de su vida, lo ha sufrido. Suele presentarse al final de la adolescencia, entre los 17 y 20 años, aunque hay reportes que indican que ciertos niños también lo padecen. Tanto hombres como mujeres lo sufren en igual medida y acostumbra a disminuir con la edad. Algunas investigaciones revelan que el bruxismo afecta en mayor medida a quienes padecen de Síndrome de Down y a individuos con desórdenes en el sistema nervioso central.
Si bien no está ampliamente aceptado un patrón psicológico típico de los pacientes con esta enfermedad, algunos especialistas coinciden en que estas personas pueden ser impulsivas, extravagantes, irritables, pesimistas, temerosas, fatigables, pragmáticas y críticas.
Causas y tipos
"Aunque aún permanece indeterminada la etiología exacta de esta enfermedad -dice Oliveros-, inicialmente se creía que unos de los factores preponderantes era algún trastorno de la articulación temporomandibular (ATM), o ciertas lesiones de la corteza cerebral. Sin embargo, la observación clínica permite decir que esta disfunción puede aparecer en individuos normales cuyos agentes desencadenantes pueden ser ciertas circunstancias de tensión, nerviosismo, mala alimentación, problemas en la mordida, mala postura al dormir o abuso del alcohol o cafeína".
Los especialistas señalan que, generalmente, existen dos grupos de personas que sufren este problema: los bruxistas y los bruxómanos. Los primeros son aquellos que aprietan o rechinan los dientes durante la noche sin darse cuenta; y los segundos son, quienes lo hacen en el día y, en muchas ocasiones, de manera consciente. Pero también, ciertos individuos son presa de este acto tanto en el día como en la noche; según algunas investigaciones, el diurno es más común en los hombres y el nocturno en las mujeres.
Continuando con las clasificaciones de este padecimiento, se dice que el bruxismo es céntrico cuando se juntan fuertemente los dientes superiores y los inferiores, con lo cual se ejerce una gran presión en los músculos, los tejidos y en otras estructuras que rodean la mandíbula; además, se produce un desgaste muy particular en los dientes anteriores. El otro tipo, es denominado bruxismo excéntrico y se caracteriza por frotar y rechinar los dientes con movimientos complicados e irregulares que ocasionan gran desgaste de las piezas dentales, en unas más que en otras, dependiendo de la zona donde más se ejerza presión y del sentido del movimiento. Los ruidos que produce la persona que frota los dientes, pueden llegar a ser tan fuertes y molestos que, en algunas ocasiones, despiertan a quienes se encuentren durmiendo cerca.
Diagnóstico
El miedo generalizado al odontólogo o la falta de costumbre de someterse periódicamente a un chequeo dental, sumado a que el bruxismo, en la mayoría de los casos, se presenta de forma inconsciente, provocan que esta enfermedad sea de detección tardía. "Sólo cuando las personas tienen el hábito de asistir a la consulta -dice la especialista- el odontólogo puede darse cuenta a tiempo e implementar un esquema que permita frenar el deterioro y aliviar los malestares que éste ocasiona. Cuando se ha llevado una correcta historia clínica y el paciente comenta que está sufriendo de cefaleas, rigidez y dolor en el cuello, sensibilidad en los dientes, inconvenientes para articular la mandíbula, dolor de oído e insomnio, entre otros, males; y, además, se observan cambios en la superficie de los dientes, se puede establecer un diagnóstico seguro".
Oliveros señala que también se valen de radiografías y de mediciones de la altura facial inferior para completar el análisis. "A veces, el bruxismo es tan severo que las facciones de la cara cambian y la persona parece envejecida. Mediante una cefalometría (radiografía de la cara) y según unos valores preestablecidos se puede sacar una cuenta aproximada de cuánto volumen ha perdido y cuánto tiempo tiene con el padecimiento".
Tratamiento
La mayoría de los especialistas convienen en que el bruxismo no se detiene y tampoco tiene una cura específica. El tratamiento persigue, básicamente, frenar el daño orofacial y aliviar las principales molestias como los dolores y la tensión muscular. Los métodos que hasta ahora se emplean, si bien no son ciento por ciento efectivos, logran atenuar considerablemente el padecimiento. El odontólogo deberá tener en cuenta el estado general de salud, la edad, y qué tan avanzada esté la enfermedad, para determinar el mejor esquema de atención.
"Como primera terapia recomiendo -dice la odontóloga- tomar pastillas que contengan valeriana, principalmente, para bajar los niveles de ansiedad. Esto es lo que sugiero, sobre todo, en los casos en los que no hay desgaste pronunciado. Muchos de mis pacientes reportan una notable mejoría después de tomar este tipo de relajante natural. En segunda instancia, y principalmente para evitar que los dientes se sigan dañando, indico el uso de un aparato protector que comúnmente llamamos férula de descarga. La férula se hace a la medida del paciente, según un modelo que previamente se toma de la boca y de los maxilares. El material en el que se confecciona puede ser de acrílico flexible o rígido. Se elige uno u otro tipo dependiendo de la fuerza con que la persona aprieta o traquea los dientes. Hay quienes deterioran la férula flexible en cuestión de semanas, por lo que se hace necesario cambiárselas por una rígida. Sin embargo, hay que decir que son un poco molestas y, por eso,muchas personas no la toleran. Generalmente, este aparato sólo se coloca en el maxilar superior, aunque en algunos casos se hace necesario ajustarlo al maxilar inferior. Su uso está indicado, básicamente, para las noches, mientras se está durmiendo; momento en que suele presentarse el rechinamiento de los dientes. No obstante, quienes padecen del bruxismo diurno, también tienen que usarlo cuando se encuentren realizando actividades de mucha concentración.
Como medida de emergencia y para relajar una mandíbula muy rígida, se coloca un desoclusor, que es una pieza de acrílico rígido y se ubica en el sector anterior de los maxilares. Es una medida temporal, se usa, aproximadamente, por 12 horas y no se puede emplear mientras se está durmiendo porque es un dispositivo superficial, no está completamente acoplado a la dentadura y se corre el riesgo de que la persona se lo trague. En algunas ocasiones, el bruxismo disminuye o desaparece completamente después de realizar ajustes en la mordida mediante trabajos ortodóncicos u ortopédicos".
Recomendaciones
Odontólogos y especialista maxilofaciales sugieren ciertas actividades que pueden aliviar las molestias del bruxismo:
•Reducir toda actividad durante las últimas horas del día
•No pensar o discutir intensamente antes de dormir.
•Aplicar alguna técnica de relajación durante el día y antes de dormir.
•Mantener un buen estado físico, pero evitar los ejercicios extremos después de las ocho de la noche.
•Evitar ingerir alcohol, café o té, tres horas antes de dormir, así como comidas muy pesadas.
•No fumar antes de irse a la cama, pues la nicotina aumenta el tono muscular y los despertares; de hecho, el fumar se considera un factor de riesgo.
•Establecer un ambiente de sueño favorable, agradable y tranquilo, en una habitación fresca, ventilada, silenciosa y oscura.
•Tratar de relajar los músculos faciales y mandibulares durante todo el día, y convertir esta práctica en una actividad habitual.
•Masajear los músculos del cuello, de los hombros y de la cara, y buscar cuidadosamente nódulos pequeños y dolorosos, denominados puntos desencadenantes, que pueden referir el dolor a lo largo de la cabeza y la cara.
•Aprender ejercicios de estiramiento para ayudar a recuperar el equilibrio normal de la acción muscular y articular a cada lado de la cabeza.
•Aplicar hielo o calor húmedo en los músculos de la mandíbula inflamados. Cualquiera de las dos terapias tiene efectos beneficiosos.
•Evitar comer alimentos duros como nueces o caramelos.
Complicaciones
El bruxismo no es un trastorno peligroso, pero si no se atiende a tiempo puede ocasionar:
•Cambios en el color de las piezas dentales debido a que queda expuesta la dentina, puede pasar de un tono amarillento, pardo o grisáceo hasta llegar a un pardo oscuro.
•La muerte del nervio dental.
•El achatamiento total tanto de dientes como de muelas.
•La fractura de las piezas dentales•Intensificación de los problemas de la articulación temporomandibular, que en casos extremos puede requerir intervención quirúrgica.
•Hipertrofia de los músculos maseteros (uno de los músculos faciales que se encuentran a ambos lados del maxilar inferior).
•Insomnio

1 comentarios:

Unknown dijo...

El origen del bruxismo puede ser muy variado puesto que involucra aspectos tanto físicos como sicológicos, pero una de las principales causas es la disfunción témporomandibular que se puede iniciar tanto por anomalías en el desarrollo de las ramas ascendentes de la mandíbula como en malposiciones posturales totales que, en relación con la columna vertebral pueden tener su causa en patologías ascendentes originadas por defectos como las dismetrías (diferencias de longitud de las piernas) presencia de defectos podales como el pie plano y sus variedades,el pie cavo y sus variedades patologías que repercuten en la alineación de la cintura pélvica y a través de este mecnismo influyen en la orientació de los segmentos lumbar, dorsal y cervical de la columna vertebral. Se debe recordar que la cabeza se articula con la columna cervical mediante las articulaciones occípito atloideas y que la libertad del movimiento mandibular depende de esta posición cefálica.
Es claro que si existe una desviación de la línea media de la mandíbula ocasionada por un crecimiento desigual en una de las ramas ascendentes de la mandíbula aparecerán puntos de contacto prematuro en entre las cuspides vestibulares inferiores y superiores, los cuales provocan el bruxismo ya que este tiene por objeto eliminar dichos puntos de contacto prepaturo.
En resumen existen causas descendentes y ascendentes del bruximo como se puede inferir del siguiente esquema



RELACIONES PIE, RODILLA, CADERA, COLUMNA VERTEBRAL Y
POSICIÓNES DE LA CABEZA Y LA MADIBULA







Aún los pies asimétricos pueden dar equilibrio al hacer rotar la cintura pélvica para actuar sobre la columna vertebral.
Al final se presentan de manera simple como una alteración del sistema estomatognático, es decir, de la oclusión dental, actitud producto muy frecuente en correlación con otros desequilibrios de las posiciones de los componentes corporales capaces de crear una muy importante alteración de la postura.

Va qui ricordato che le forze impresse sui denti, quindi, possono spostare l’equilibrio posturale e modificare il sistema tonico posturale ed essere infine la causa di patologie del rachide. Quindi è importante controllare sempre prima, durante e dopo un trattamento ortodontico le reazioni del sistema posturale.

JOSÉ FERNANDO BARRETO Odontólogo de la Universidad Nacional de Colombia; Magister en Salud Pública y Odontología Santaria, Fundador y docente de la Escuela de Odontologia de la Universidad del Valle, Cali, Colombia.

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