Convivir con la duda

Asumir conscientemente que la vida conlleva cierto grado de imprevisibilidad nos permitirá liberarnos de nuestra necesidad de control. Solo entonces podremos disfrutar plenamente del presente.
CONVIVIR CON LA DUDA:

Si necesitamos tenerlo todo controlado, es probable que estemos asustados y que no nos permitamos relajarnos ni confiar en que las cosas que puedan ocurrir en nuestra vida sean buenas o que podamos manejarnos bien en el futuro.Tanto la naturaleza como nuestro propio organismo tienen recuersos y capacidades para poder regenerarse, adaptarse al ambiente y mejorar.A veces tenemos fantasías catastróficas sobre la realidad, pensamos que todo lo que va a ocurrir será desastroso o malo y que es seguro que pasará lo peor. Todo ello nos hace estar muy asustados y es entonces cuando aparece el deseo de querer controlarlo todo. Reconocer que las catástrofes imaginadas son solo fantasías y que podríamos visualizar lo contrario nos puede ayudar a confiar en la vida.
Y todavía es más importante aceptar que hay cosas que no se pueden controlar. Debemos ser conscientes y aceptar que hay momentos en los que nos encontramos frente a la vida, que es algo más grande que uno mismo. En ocasiones no podemos saber que ocurrirá, la vida decide por nosotros y solo podemos acatarlo. Para ello tenemos que tener capacidad de soportar la incertidumbre y el impás, es decir, estar sin saber qué hacer, solo esperar.
Lo que no podemos hacer para evitar la incertidumbre es no arriesgar. Vivir implica aceptar que la vida tiene un grado de incertidumbre y por lo tanto, que no podemos controlarlo todo.
J.Garriga y M.Darder
(Terapéutas, directores del Instiut Gestalt de Barcelona)

0 comentarios:

Premios

Design by Blogger Templates