La Ley de la Alquimia Divina

Según Saint Germain, la alquimia divina se da cuando todo lo externo surge de lo interno, se entrega el libre albedrío y es la Divina Presencia la que se encarga de moldear el entorno, el mundo y los asuntos. Surge la urgencia interior de subir el escalón final hacia algo más confortable. Desde ese momento la voluntad es divina porque la Presencia se ha fundido con la personalidad. La Divina Presencia no tiene género; es ambos géneros en balance.
Sentimientos y pensamientos estables. Sabe lo que te hace falta, lo que quieres y deseas y te lo trae tan pronto como dejas de buscarlo. Entonces todo a lo que te allegues será apropiado. El vacío se llena con su poder creativo y te conviertes en un humano divinizado en acción. Este es un patrón energético que pulsa por manifestarse pero tienes que tener acceso a su configuración y a sus energías muy elevadas. La conciencia colectiva es un recipiente de la voluntad humana, pero no es la que deja ir al libre albedrío.
Pero conforme cada humano deja ir su libre albedrío y eleva su conciencia al siguiente nivel, así ocurre también con la conciencia colectiva que va ejerciendo los designios de la voluntad humana que en estos momentos son el despertar espiritual y la ascensión. El libre albedrío no se va de la noche a la mañana, pero hay señales que dejan saber que ese momento ha llegado. Por ejemplo la Convergencia Armónica de 1987. Había señales de que sería posible realizar el proceso de ascensión colectiva y fue posible traer los recursos que están ayudándolos. Nadie se queda. Todos a su debido tiempo cruzarán hacia la nueva energía y de ahí hacia la nueva Tierra. La fecha límite como la llaman ustedes es el 2012.
Para esa fecha todos los componentes que hagan viable una constante transición humana hacia la nueva energía planetaria, en el mayor de los órdenes y en la mayor armonía, ya estará en su lugar. No se cumplió ninguna de las profecías catastróficas de fin de milenio Cuando las fuerzas invisibles no son ajenas, el libre albedrío se transmuta en voluntad divina, y no es doloroso porque en el momento que se produce la necesidad de entregarlo, todo tu ser lo está pidiendo. Has ido soltando amarras y has ido quemando las naves, por darte una metáfora alquímica, y de pronto ahí estás, listo para entender que toda acción que provenga del libre albedrío ya no te lleva a ninguna parte, porque el libre albedrío es el ego, la personalidad sin la Divina Presencia. Comprendes entonces que hay algo más eficiente y exacto para lograr todo lo que quieres en tu vida. Una vez que el libre albedrío es entregado se establece una nueva conciencia de la unión con la Divina Presencia y esta conciencia permanece por siempre a partir de ahí.
Como todo en el universo, ese proceso es un círculo de una gran espiral. Ese círculo se cierra sobre el ser humano en algún momento y para que cierre tiene que haber despertar. Sólo así el ser humano podrá ir hasta su próximo nivel en la espiral de su próxima ascensión. Los niveles dependen de lo que ya ha sido la evolución del alma, a lo largo de las incontables encarnaciones Yo sabía que un día los esfuerzos de tantos serían coronados junto a los míos, y que veríamos y protagonizaríamos el nacimiento de una nueva era y de una nueva raza Yo Soy sobre la Tierra.
Saint Germain
Extraído del libro La Alquimia del Humano Divino.

1 comentarios:

Evelyn dijo...

Hola ,te escribo desde el sur de Chile para decirte que buscando información metafísica para ayudar a mi hija con una enfermedad cronica a su oido izquierdo ,encontré este articulo tan interesante sobre la ley de alquimia...me encantó! gracias ...te envio un abrazo de luz!

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