La abundancia comienza contigo

Uno de los grandes momentos en la larga evolución del hombre en el planeta Tierra fue cuando por primera vez tuvo la idea de poder ser libre, de poder ejercer algún dominio sobre su destino. En ese momento de la historia del hombre, lejos de pretender dominar los elementos o bestias gigantes, lo más importante fue que pretendió hacerse cargo de su vida y hacer cosas inspiradas por su propia voluntad. Este fue, sin duda, uno de los grandes momentos en la historia de la humanidad.
Es un momento importante en tu vida, un relámpago de luz, un literal despertar a una Nueva Conciencia, cuando sabes que hay cosas que suceden a tu alrededor pero también descubres que hay cosas que te suceden a ti muy dentro. Y las que son realmente importantes son estas, las que te suceden dentro de ti. Las primeras cosas las observas por adquirir información, pero las más importantes, lo que sucede dentro de ti, las sientes porque te mueves en el mundo de tu conciencia, que podría explicártelo como la suma total de tus pensamientos. Y tú eres el único dueño y señor de tus pensamientos, en ese terreno eres el rey. Dominar tus pensamientos es una de las labores más sublimes para quien elige evolucionar. Eso no suele ser fácil al principio, pero ¡es posible hacerlo!
Uno de los principios más básicos y elementales para aceptar y entender que la Abundancia comienza contigo es la siguiente gran y verdadera idea: eres un poderoso imán viviente que atrae constantemente las cosas, la gente y las circunstancias que están en la misma frecuencia vibracional de tus pensamientos.
Dicho de otra manera, estás donde estás en experiencia, relaciones y condiciones financieras por lo que eres, o sea, por donde estás en conciencia. En los años que llevo enseñando esta gran verdad, y viviéndola por supuesto, me queda claro que no es una enseñanza fácil de entender o aceptar a la primera vez para la mayoría de las personas. Mucha gente que ha rechazado este principio. No importa, aún así el principio siguió actuando en ellos y fue evidente. De alguna manera, como lo explica Eric Butterworth, me reconforta saber que cuando Jesús empezó a exponer sus desafiantes enseñanzas, la Biblia dice: “Desde entonces muchos de sus discípulos volvieron atrás y ya no andaban con él”. (Jn. 6:66).
Eso me pasó el año pasado donde incluso uno de mis clientes me pidió que no hablara de cuestiones espirituales en las conferencias que me contrató, incluso este singular cliente ni me terminó pagando el total de mis conferencias. En un estado de conciencia se vería como robo o fraude (que sin duda lo es), pero hoy lo alcanzo a ver como esa purificación de mi medio de influencia. Algo de rechazo al principio a una Nueva Conciencia siempre ha sucedido. Pero mantenerse a comprobar la verdad siempre ha sido más reconfortante que ninguna otra experiencia en mi vida.
Si estás dispuesto a aceptar la completa, total y absoluta responsabilidad de tu vida, entonces, al igual que tu estado de conciencia –tus pensamientos- te ha posicionado donde estás hoy, un cambio a una Nueva Conciencia puede cambiar las experiencias de tu vida. Esto lo afirmo rotunda y cabalmente, al igual que muchos lectores lo podrían afirmar también. En el apasionado e intrincado proceso de la ley de secuencia y consecuencia, todo proceso tuvo que empezar por algún lado. Y mi apuesta es a que todo empezó con un pensamiento de alguien influyente para la sociedad. De hecho, los economistas están de acuerdo en que las condiciones de los negocios siempre tienden a reflejar el nivel de confianza de la gente.
Confianza…, linderos propios de tu estado de conciencia, algo que sucede dentro de ti. Por ello, el primer paso que debes aceptar para iniciar la Abundancia, es que la Abundancia comienza contigo, específicamente con la forma de pensar que predomine en ti, es decir, con tu estado de conciencia. Tu propia prosperidad o carencia son un fiel reflejo de tu nivel de pensamiento, independientemente de lo que pase afuera de ti.
Pueden existir crisis financieras en el país o en tu empresa y pudieras argumentar que eso no depende de ti. Estas en lo correcto. Sin embargo cómo reacciones a esas condiciones sí depende de ti enteramente y es ahí donde surge tu poder para bien o para mal. En tu mundo interno se debaten pensamientos de fe o de temor. Por supuesto que tú no causas las concisiones económicas del país o de tu empresa o corporación, pero sí les das más poder y realidad mediante tus pensamientos manifestados en tus conversaciones negativas acerca de las condiciones que suceden, y es precisamente ahí que empiezas a sintonizar con el fluir de carencia que tiene una rápida influencia en tu vida como la luz que impregna toda una habitación cuando enciendes la luz. No haces la luz, pero en sentido muy real, ella se vuelve verdadera en tu experiencia a causa de tu acto de encenderla. En esta metáfora, alguien te podría decir: “Tienes suerte de tener luz en tu habitación”.
Pero la suerte empieza contigo. La carencia o la Abundancia comienza contigo.
Tu bienestar y tu abundancia personal comienza con tu conciencia. No es lo que sucede en la bolsa de valores, ni el “estado de la economía”. Tu Abundancia personal tiene su inicio en tu estado de conciencia. Vamos, por decírtelo de otra forma, puedes ser próspero aún cuando el negocio vaya mal y puedes experimentar dificultades financieras aun cuando el negocio vaya muy bien. En este día debo ser tajante contigo y decirte directamente: estás siempre a favor del problema o estás siempre a favor de la solución. Decide hoy a dónde eliges enfocar la poderosa energía de tu conciencia.
En eso estribará la gran diferencia entre tu prosperidad o carencia, independientemente de las condiciones externas. Hace unos días recibí un correo de una persona que me preguntaba qué decirle a su hijo cuando después de leerle un artículo mío acerca de la Abundancia , éste le preguntaba por los robos de nuestros gobernantes, que qué le debía decir, que no encontraba respuesta ante los argumentos de su hijo que la contradecían tanto a ella como a mí de paso. Recuerdo haberle respondido algo así: Deje que su hijo piense lo que quiera. No luche por demostrar nada. crear una nueva conciencia es algo que se aprende cuando se está preparado para ello, no antes. Yo le diría a su hijo: “Chiquito… lo que hagan los gobernantes es algo que me tiene sin cuidado, mis pensamientos están totalmente enfocados en la Abundancia y en la Verdad , ámbitos que dejan fuera los argumentos que me das. Tú eres libre de elegir enfocar tu mente en lo que quieras, en lo que yo te propongo o en lo que tú ves de robos y mentira por parte de ciertos políticos y gobernantes.
Sólo te recuerdo que todo aquello donde enfocas tu mente, lo atraes para ti poderosamente. Lo que piensas se expande en tu mundo. Que descanses mi amor”. Algo así le diría yo. Y pues hoy de paso te lo dije a ti. Como siempre, tú eliges.
Tu Abundancia casi me atrevería a afirmar que es simple cuestión de sumar o restar. Por la calidad de tus pensamientos, o añades a tu bien o le restas. Esta ley es inexorable. El fracaso, la carencia y la pobreza en tu vida es sencillamente el resultado de limitarte continuamente. Y a la inversa, el éxito y la Abundancia son los resultados de ampliar constantemente tus horizontes. Es valiosísimo hacer un inventario de la calidad de tus pensamientos de vez en cuando, y mejor si es empezando el año. ¿Le restas o le sumas a tu vida? Es así de fácil. Tus pensamientos negativos de temor y preocupación restan tu bien con mucho mayor rapidez que la inflación merma la cotización del dólar. Y tus pensamientos optimistas suman a tu bien de manera más espectacular que el interés compuesto aumenta tus ahorros bancarios.
Para la gente poco estudiada en Biblia y religión, una de las frases de Jesús que más debate ha generado es cuando afirmó: “Porque al que tiene le será dado y tendrá más; y al que no tiene aún lo que tiene le será quitado”. (Mt. 25:29). Mucha gente creyó que con esto el rico se volvería más rico y el pobre más pobre, pareciendo una gran injusticia. Pero no creo que Jesús propusiera injusticias, sino que su declaración en lenguaje simbólico no era otra cosa más que una ley sobre la cual el Universo entero está edificado. Es la ley de Atracción. Si piensas en abundancia, atraerás más de ella a ti. Si dedicas tiempo a pensar en carencia y problemas, atraerás más de ellos a ti. Esto es ley.
Estoy convencido de que cualquiera, ¡literalmente cualquiera!, puede lograr sintonizar con la Abundancia que se nos tiene en derecho de nacimiento a esta existencia. Quiero que te convenzas. Si estas convencido de tener ciertas cosas en tu conciencia, irremediablemente vas a darles forma en lo externo y las manifestarás en tu experiencia. Esto lo afirmo porque lo vivo todos los días. Los niños lo hacen incluso con mayor maestría.
Creo en Dios. Y ahora más que nunca. Hum…, si te contara. Y una de las formas más poderosas y congruentes de creer en Dios es precisamente creer en la Abundancia , porque eso es lo que hay en todo momento. No es algo que hagas por Dios, o algo que Dios haga especialmente para ti. Es sencillamente una Nueva Conciencia en el que sintonizas tus pensamientos –tu conciencia- con la actividad incesante del amor divino, la vida sanadora o la substancia próspera, que sería lo mismo que decir Dios. Sé que esto puede ser difícil de comprender para lectores primerizos del tema, pero créanme, es así. Y es formidable darse cuenta. Un milagro ya importante que se podría dar para ti en esta lectura de inicio de año es que aceptaras, comprendieras y te percataras de que eres un ser espiritual con la Perfección de la Mente Infinita. Si logramos esto juntos, verás que nos se trata de pedirla nada a Dios para que te lo de, como mal nos enseñaron aquellos de conciencia más primitiva, donde al pedir, automáticamente nuestra conciencia se enfocaba en carencia, y de esa forma carencia atraía a más carencia por una ley que ya te he explicado. Y no, más bien se trata de que descubras y liberes tu propio “esplendor encerrado”. Centra tu conciencia en un sentido más profundo de la vida donde tú eres el centro de todo, donde descubres que Dios no está afuera, sino precisamente lo contrario, está dentro como tu esplendor. Solo es cuestión de darse cuenta para liberarlo y una demostración empezará a hacerse realidad para ti, sin que tú hagas prácticamente nada.
A estas alturas de mi vida sé que todas las cosas son posibles. Lo sé. Pero no porque Dios haga una excepción para alguno de nosotros en respuesta a nuestros ruegos o buen comportamiento, sino porque nuestra fe es la llave del reino del poder para aplicar leyes que trascienden toda limitación humana. Somos Dios todos. Pero solo hasta que te das cuenta es que entras al mundo de la creación consciente de tu realidad.
La curación que anhelas, la superación que deseas, la prosperidad y éxito por las cuales quizá has orado persistentemente, aunque te parezca extraño te he de decir que todo ello no requiere de ningún milagro, sin más bien requiere tan sólo de la aplicación disciplinada de la ley divina y el firme esfuerzo de conocer a Dios en ti y en todo.
Me emociona si has leído hasta aquí. Tu corazón sintió un llamado y el mío también. Y aquí estamos haciendo caso a dicho llamado. La única condición para sintonizar con la Abundancia es dar el paso previo, abrirte al amor sincero. Lleva esto a tu Nueva Conciencia: todas las cosas son posibles en un Universo ordenado, todo se puede lograr bajo una ley divina que hay que conocer, y pronto más personas la descubrirán para vivir con pasión. Alejandro Ariza.

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