Propiedades terapéuticas de los metales

Aurum, el metal del Sol.
Estimulante de la energía vital. Poderoso antidepresivo. Mejora la autoestima. Elimina sentimientos de culpa. Mejora la visión. Elimina sentimientos de inferioridad, egocentrismo, autoritarismo. Unifica los ritmos biológicos. Tonifica la energía del corazón. Permite la expresión equilibrada de los sentimientos y emociones. Regulariza la presión arterial.


Argentum Metalicum, metal de la Luna.

Exceso de sensibilidad, imaginación y fantasía. Timidez y pasividad, conductas infantiles; pérdida de la memoria, dificultad para concentrarse, hipersensibilidad, queja y mal humor; ansiedad, a veces con síntomas somáticos en el área digestiva: acidez, diarrea o constipación, inquietud que lo obliga a hacer todo rápidamente. Cambios de humor. Ciclotimia.


Mercurius, el metal de Mercurio:

Ambivalencia, dualidad. Sentimientos de rivalidad entre hermanos. Tendencia a separarse del entorno. Dispersión mental. Ambivalencia, gran movilidad y oscilación permanente entre la dispersión y la concentración; gran inquietud que lleva a moverse incesantemente de una lado a otro, tendencia a viajar y a no establecerse nunca en un solo sitio; memoria débil, inestabilidad emocional, variabilidad en las ideas, las que van y vienen sin cesar. Temor a perder la razón; disgusto por estar sólo o en su casa, con gran necesidad de salir de ella y buscar compañía.



Cuprum Metallicum, metal de Venus.
Para el temor, con accesos de gran angustia, especialmente cuando lo logran causar sobre los demás ese deseado impacto estético, o cuando sienten que no están a la altura de las circunstancias que viven. Excesivo sentido de las jerarquías, rangos y estatus, y el consiguiente miedo a perderlos. Tendencia a evadir los problemas (actitud de avestruz). Tendencia a envejecer prematuramente.



Ferrum, metal de Marte.
Miedo, temores, ansiedad, depresión con sensación de falta de fuerza, resultándole difícil cualquier trabajo intenso ya que los músculos se cansan con el esfuerzo. La persona se irrita fácilmente ante la menor oposición, molestándole todo aquello que le perturbe su necesario descanso. La menor excitación hace que sus mejillas se enrojezcan, a pesar de que siempre tiene la cara pálida y fría. Se apasiona y discute en demasía, no tolera la contradicción. Alternancia de síntomas cada tres días, tanto físicos como anímicos.Dolores musculares, contracturas, cólicos. Debilidad física y anemia.

Stannum, metal de Júpiter.
Estados de profunda melancolía y depresión, con rechazo a tomar contacto con la vida y con el mundo; se descorazona fácilmente, perdiendo la fe que lo caracterizaba y sumiéndose en una gran tristeza, especialmente cuando observa que sus grandes ideales son imposibles de alcanzar. En estos estados, no desea hablar ni moverse, a pesar de que no siempre resulta fácil par a los demás advertir su sufrimiento interior. Tendencia a exagerar. Dificultad para concentrarse. Hiperactividad. Déficit de atención.

Plumbum, metal de Saturno:
Personalidad fría, lenta, restrictiva, indiferente en mayor o menor grado a los estímulos exteriores, concentrados y obstructivos. Analítica, resistente a los cambios, desapasionada, sus emociones parecen no aflorar a la superficie. Aspecto avejentado, presentando piel seca, fría y amarillenta, friolento, ampollas, callosidades y comezón. Presiente desgracias e infortunios, por lo que piensa en la muerte y se torna suspicaz respecto de los que le rodean imaginando que puede ser envenenado o robado, o asesinado. Siente aburrimiento por todo, perdiendo el interés por sus actividades y por los seres cercanos. Gran cansancio físico con embotamiento y lentitud mental, que se torna en cansancio por la vida, con desaliento, pesimismo y desesperanza. Tristeza y melancolía permanente.

Uranium, el metal de Urano.
Tendencia a los cambios bruscos. Irresponsabilidad. Ansiedad permanente. Sensación de vacío existencial. Rasgos fóbicos. Necesidad de huir de ciertas situaciones o lugares. Situaciones de cambios inesperados. Irregularidades en la presión arterial y de los ritmos cardíacos y cerebrales.


Litium, el metal de Neptuno.
Tendencias melancólicas. Depresiones endógenas. Falta de energía y vitalidad. Dispersión. Tendencias a evadirse de la realidad. Adicciones. Falta de orden.Plutonium, metal de Plutón.Tendencias obsesivas. Rumiación mental. Temor a la muerte. Dolor psíquico. Tendencia a sospechar de todo. Suspicacia. Celos. Odios. Rencor. Personalidades posesivas. Preventivo de enfermedades malignas.


POR: IRMA LATORRE GARZÓN. DRA. PHD EN ASTROLOGIA.

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