El aporte del Yoga al Asma


Una enfermedad con múltiples                                      nombres (bronco espasmo, espasmo bronquial, bronquitis asmática) que asusta mucho y de la cual se conoce poco.
A qué se llama asma? Una importante proporción de los niños que nacen cada año posee una proteína en su sangre (la IgE) que, en vez de producir los anticuerpos necesarios para protegerlos de las agresiones externas, genera otro tipo de reacción química, que da como resultado la llamada inflamación alérgica.
En el caso de los asmáticos, a raíz de este proceso los bronquios son hipersensibles y reaccionan frente a gran variedad de causas que normalmente no provocan problemas, por ejemplo, el polvo de las casas o el polen de ciertas plantas.
Es así como los músculos de la pared de los bronquios se contraen y se estrechan, produciendo la dificultad respiratoria y los silbidos característicos, a lo que frecuentemente se le agrega la congestión de las vías aéreas, tal como sucede en un resfrío. La inflamación de la pared bronquial hace que además se produzca una espesa mucosidad, que contribuye a empeorar el pasaje del aire, haciendo que el esfuerzo por respirar aumente considerablemente y dando paso así al ataque de asma.
El Yoga se ha convertido hoy en día, en Occidente, en una herramienta poderosa para revertir y atenuar el asma.

Las crisis se producen generalmente como consecuencia de circunstancias afectivas o emocionales que alteran el equilibrio psicoemocional de quien las sufre. La respiración y la relajación, junto al desarrollo de una mejor concentración, hacen posible llegar en última instancia a la meditación. En este nivel, la mente alcanza su máximo estado de paz y armonía. Y si la paz y la armonía dicen "presente" en nuestras vidas cada día con mayor frecuencia, entonces los procesos de sanación, innatos y naturales en el ser humano, realizarán el resto de la tarea. En síntesis, la función principal del Yoga es reestablecer la paz. La paz no es la que se logra en ausencia de situaciones conflictivas; la verdadera paz es la que se logra mantener aun en medio de los conflictos.

Posturas: Las más beneficiosas para quienes sufren asma son: ejercicios de ablandamiento, triángulos o trikonasanas, cobra o bujhangasana, arco o danhurasana, pelviana invertida o viparita karani mudra, la vela o sarvangasana, el pez o matsyasana, pelviana supina, torsión o ardha matsyendrasana.
Ejercicios respiratorios: Son sumamente beneficiosos, pues afectan profundamente al aparato respiratorio. Respirando por partes aprendemos a descubrir la real dimensión de nuestros pulmones. La respiración rápida abdominal estimula los tejidos del pulmón, relaja los músculos del pecho y energiza todo el organismo. La respiración alternada produce el efecto de calmarnos y, si se la trabaja junto con la meditación, brinda armonía y paz.

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