Vivir en expansión



Así como el universo se expande, nuestra consciencia sigue el mismo camino. Podemos ir más lento, vida tras vida o podemos dar pequeños saltos en nuestra evolución.
Tomar consciencia de quienes somos es el primer paso para descubrir nuestro potencial.  Al observarnos y mantenernos en el presente podemos estar alertas y generar los cambios.  Las heridas pasadas pierden su relevancia porque ya no las alimentamos. Cuando soltamos lo conocido (el pasado), aceleramos nuestro proceso de evolución y nos abrimos a lo nuevo.
Todo lo que llamamos el mundo, son sensaciones, imágenes, sentimientos, pensamientos en nuestra conciencia; el mundo se adapta a nuestras creencias. El cuerpo humano es un espacio vasto como el universo, el 99% del cuerpo físico que percibimos como sólido es espacio vacío.
Nuestro subconsciente que rige todas las funciones del cuerpo no está ubicado en lugar alguno. La mente subconsciente está en todas partes, está en cada célula, cada molécula, y cada electrón en el cuerpo humano. La mente subconsciente es quien alberga como un disco duro todas nuestras memorias y programas.
La mente está tan preocupada con pensamientos sobre el futuro, el pasado, o resolviendo algún problema imaginario, que la mayor parte del tiempo estamos controlados por programas basados en creencias inscritas en lo más profundo de nuestro subconsciente.
Nuestros pensamientos nos pueden enfermar como también nos pueden sanar.
Generalmente no tenemos ni la menor idea de cómo conectarnos con nuestro potencial que está guardado, y estamos desconectados de lo que sentimos y lo evitamos. Esto nos lleva a que en cualquier momento se destape la olla de las emociones y estas afloren desde nuestro interior. La vida todo el tiempo nos pide entrar en contacto con nosotros y estar en contacto con nuestra alma. Los sentimientos son el lenguaje del alma y las emociones son el lenguaje del subconsciente.
Nuestro subconsciente se comporta como un pequeño niño y es muy emocional por lo tanto no es racional. Cuando surge una emoción de ira, o cólera, difícilmente la podemos controlar y sus efectos nos llevan a situaciones y sensaciones muy desagradables, que fisiológicamente perduran, afectando a todo nuestro organismo, acelerando al comienzo los latidos del corazón y el pulso y luego nuestras células se contraen al igual que los órganos y los músculos de todo el cuerpo.
Durante un buen periodo de tiempo hasta que recobramos el equilibrio, nos sentimos realmente mal, y este estado nos puede durar desde algunas horas hasta varios días según  haya sido su intensidad. Cuando nos encontramos en estado de protección, no procesamos la cantidad de energía que necesitamos para vivir.
Para recobrar de manera rápida la sensación de bienestar puedes respirar lentamente con las palabras Gracias y Te Amo, una al aspirar y la otra al expirar, con calma, con lentitud, intercambiándolas.
También puedes emitir un sonido  con fuerza al exhalar para ayudarte a sacar hacia afuera la energía estancada en vez de guardarla.
He encontrado que devuelve el equilibrio y restablece la sensación de paz cuando me siento dominada por las emociones, en un tiempo mucho más corto que si no lo hiciera.
De esta manera le estamos enseñando al subconsciente a no reaccionar.
Otra excelente herramienta para cuando estamos estresados, preocupados, molestos o  estamos siendo controlados por las emociones fuertes que nos perturban y agitan, o tenemos la sensación de ardor en el estomago causada por la ansiedad y estamos a punto de llorar; es expandirnos, abrirnos completamente.
Nos estiramos y alzamos los brazos, hacemos aquellos movimientos clásicos de abrirnos como cuando estamos comenzando un nuevo día feliz y podemos agregar la respiración lenta anterior con las palabras GRACIAS y TE AMO que limpian todo trazo de energía bloqueada e intentamos conectarnos con el sentimiento de alegría.
Nuestro subconsciente capta enseguida nuestra intención, y de inmediato colabora. Nuestra vida es una danza energética entre la expansión y la contracción. La alegría y el amor hacen que nuestras células crezcan y se expandan, el miedo y el enfado hace que ellas se contraigan y mueran.
Otra práctica excelente es la respiración HA. Esta consta en inspirar contando hasta 7, luego retener el aire contando hasta 7 y exhalando y contando hasta 7, volvemos a retener el aire y hacemos este proceso 7 veces. Esta práctica proviene de la técnica Ho’oponopono y la puedes emplear varias veces al día, tu subconsciente te lo agradecerá.
Yo y mi subconsciente podemos crear una relación, así él aprende a soltar el dolor y los pensamientos que lo causan, pierden significado.
Si cambiamos las percepciones de nuestro subconsciente, cambiará nuestra realidad. Cuando cambiamos nuestra forma de sentir y de pensar estamos cambiando nuestra biología y el comportamiento de nuestras células. Cuando nos liberamos de las memorias, podemos experimentar a la divinidad que habita en todos nosotros.
La vida se incrementa exponencialmente en su calidad cuando decido mostrarme natural y vulnerable en vez de esconderme y aislarme.

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